ANÁLISIS HÍBRIDOS: Bolívar vs Monroe la pelea del milenio, develando las nuevas tendencias del imperialismo para hacer la guerra (primera parte)


Y13February 22, 2022





La tendencia del imperialismo a la Tercerización de la guerra:

Las guerras proxy o tercerizadas (término más preciso) son alianzas entre actores estatales (AE) y para-estatales (APE) o irregulares (AIr) que tengan condiciones para acciones asimétricas y no convencionales implicando el intercambio de recursos militares. En otras palabras un Estado o potencia proporciona a un actor (AE o AIr) implicado en el conflicto la logística o preparación militar, financiación directa o indirecta de carácter legal o ilegal (narcotráfico y contrabando) y plataforma política, todo ello a cambio de que represente sus intereses e implemente su estrategia en el terreno de conflicto. Uno de los elementos constitutivos de una guerra tercerizada es la relación entre estos actores los indirectos y los beligerantes, es por ello que las relaciones implícitas en las guerras tercerizadas son estratégicas y poseen características oportunistas, utilitarias e inmediatistas. Éstas características las vemos operando en los conflictos actuales como Siria o Ucrania donde participan soldados estadounidenses y rusos activamente en el campo de batalla, cuando teóricamente solo se encontraban allí por motivos de entrenamiento.



Estos conflictos son subalternos a una estrategia de agresión mayor sean “guerras no convencionales” o para ser más precisos Guerra Hibrida aunque muchas veces impliquen a ejércitos convencionales a distintos niveles. Como todos los conflictos representan un escalamiento en la violencia pero éstos en especial traen consigo niveles muy elevados de crueldad y por su proyección temporal gracias al factor dinero (negocio) resultan en conflictos bastante desgastantes para la Nación Huésped lo que es un objetivo estratégico de la Nación Agresora, finalmente hay que destacar que el objetivo ulterior de estos conflictos es la fragmentación o balcanización del país agredido y particularmente el control que permite el caos.



En el caso venezolano las acciones marco que han propiciado la posibilidad de una guerra tercerizada en los llanos fundamentalmente son posibles gracias a la implementación del bloqueo, su afectación ideológica y psicológica por un lado y de un Plan Yakarta en tres niveles, político, económico y militar, el cual hemos denunciado anteriormente, de ello señalaremos más adelante distintas etapas en las cuales el Gobierno Bolivariano ha caído presa. En éstos conflictos tercerizados un elemento fundamental es que las potencias financistas no están atadas al conflicto pudiendo deslindarse en cualquier momento, tal como lo hizo Estados Unidos al abandonar Siria (oficialmente, mientras extraoficialmente mantienen fuerzas en el terreno) y a los actores que había financiando (DAESH y rebeldes “democráticos”), porque a final de cuenta su objetivo siempre fue el caos controlado, pero esa flexibilidad en los compromisos con los aliados resulta perjudicial a largo plazo ya que mina su credibilidad como contratante y la posibilidad de futuras alianzas con nuevos o antiguos actores.

En ese sentido las guerras tercerizadas se circunscriben en la tendencia generalizada (no solo en lo militar) del capital imperialista de tercerizar y fragmentar las relaciones laborales como lo es el emprendedurismo y la desregulación laboral (trampas en las que ha caído actores locales replicándolas) ya que ello abarata el costo del conflicto en comparación con una guerra directa (convencional) y es la respuesta natural de un poder hegemónico en crisis (ejemplo de ello los últimos años del Imperio Romano, el papel de la piratería en el caribe y La Guerra De Los Cien Años), ya Eisenhower adelantaba que la tercerización de la violencia era “el seguro más barato del mundo”, éste modelo de conflicto le permite al imperialismo mantener sus manos “limpias” relativamente, mientras el saldo negativo corre de la mano de los tercerizados, en nuestro caso los grupos residuales de las guerrillas colombianas y el Gobierno oligárquico colombiano.



Es así que el factor rentabilidad como en toda tercerización y su aplicación en la guerra debemos entenderlo como una táctica eminentemente económica, desde la visión de mundo capitalista el principio rector de toda acción está anclado en la maximización de la ganancia, por ello esta ruta es viable cuando la implementación y mantenimiento de la operatividad de una iniciativa con estructuras convencionales –en este caso el aparato industrial militar de EE.UU., UE, OTAN– resulta demasiado costoso, no sólo en lo material, sino también en lo ideológico, esto es el plusvalor del “emprendimiento” en términos, morales, psicológicos y jurídicos, en tal sentido la contundente derrota que representó Vietnam ante la opinión pública estadounidense, la desmoralización de las tropas y los burócratas dejó una profunda huella en la subjetividad nacional, al punto de que a partir de ello es un requisito fundamental para el imperialismo garantizar que tal fenómeno no se repita.


Entre los elementos que deben estar presentes para la viabilidad de una guerra tercerizada podemos señalar de manera general:


 Reducción de costos operativos y de la inversión a largo plazo: desplazar la carga impositiva, de inversión de capitales hacia terceros actores menores, lo que se traduce en la maximización de la ganancia y minimización de los riesgos.

 Evasión legal: evasión de la responsabilidad jurídica de las acciones que pudiesen recaer directamente a la nación tercerizadora, como costos en indemnizaciones y perdida de legitimidad internacional e interna, igualmente garantiza la posibilidad de que en un momento crítico pueda sacrificar a sus socios tercerizados condenando sus acciones.

 Evasión moral y audiencia: entre tanto se mantenga y garantice una imagen impoluta y moralmente correcta de la nación tercerizadora ello le permitirá garantizar plusvalor ideológico, ya que el apoyo de la audiencia interna, internacional y hasta la población víctima legitima e incita la continuidad de la agresión y por ende las ganancias proyectadas a largo plazo.

 Diversificación del mercado: permite a mas actores acceder a las ganancias en el terreno, cuando participan mercenarios y combatientes de diversos bandos la dependencia tecnológica a las armas garantiza el consumo de las mercancías de la industria militar, es así que como producto del plusvalor ideológico vemos en los teatros de guerras tercerizdas como en todos los bandos consumen las mismas marcas de armas, ropa, equipos, vehículos, que no hubiesen sido consumidos de no haber tales conflictos permitiendo a esa industria descargarse de mercancías caducas y renovar sus productos con dos “valores” agregados se arraiga la marca en la subjeitivdad de mercenarios, combatientes y población civil (ejemplo de la marca 5.11) y las empresas pueden someter sus productos a uno de los mejores controles de calidad posible lo que fortalece la imagen de la marca.



Neuro-Guerra Nuevos Métodos Viejas Estrategias:


El proceso de evolución de la guerra apunta hacia una simplificación de sus principios y estrategias, mientras, proporcionalmente aumenta la complejización de sus expresiones y métodos, es un retorno a lo más básico, de allí que ideas del filosofo chino de la guerra Sun Tzu estén más que vigente; obtener la victoria antes de entablar combate o vencer primero en la mente del oponente, ya hemos dicho que en medio de la crisis del capital el imperialismo vive un proceso de adaptación ante la nueva dinámica geopolítica, está en una búsqueda de respuestas efectivas que permitan conservar su papel mundial, lo mismo sucede en la dimensión militar, donde en los últimos años hemos visto un aumento de la influencia de disciplinas que en épocas pasadas influían débilmente en el campo de la guerra, inclinando la balanza de la violencia hacia expresiones mas sutiles, refinadas y casi imperceptibles. 


De la antropología de la contrainsurgencia a el neuromarketing como arma: 


Ya hace años Gilberto Lopez y Rivas denunciaba como el ejercito estadounidense se ha venido inclinando cada vez más a preponderar la incidencia de disciplinas como la antropología, lingüística, filosofía o sociología ya no en el área de asesorías externas sino en el terreno operacional, llevando al campo de batalla a profesionales de las ciencias sociales a implementar sus conocimientos con el objeto de garantizar la eficiencia y victoria en las intervenciones de turno. El panorama se ha profundizado con el avance en el campo neuro-científico donde tras el lucro comercial y gracias a la plataforma que ofrecen las nuevas tecnologías digitales como las redes “sociales” y terminales (teléfonos inteligentes) han logrado un nivel de invasión de nuestra intimidad aterrador, todo ello aprovechándo las vulnerabilidades evolutivas de la psique y el cerebro humano, lo que en síntesis representa un avance en las capacidades de dominio.


Casos como el manejo inconsulto de metadatos (redes digitales) de Cambridge Analytica (), para la manipulación política y psicométrica de poblaciones de parte de “políticos” como Peña Nieto, Mauricio Macri, Nayib Bukele y Donald Trump, así como son emblemáticos todo ello tiene una íntima relación con los éxitos en la estrategia de manipulación mediática en torno naciones como Ucrania, Venezuela, Siria, Yemen, Rusia, China, Irán, Irak, Libia, Líbano, o prácticamente cualquier nación que se salga de los márgenes de la cosmovisión euroestadounidenses.


Las estrategias de dominio expresadas en lo anterior implican la manipulación de las emociones, instrumentación epistemológica ( que no es otra cosa que la reconstitución ideológica), psicometría social y manipulación de los instintos básicos de supervivencia amalgamados en nuevas formas de Terapias de Shock Socio Económico como métodos de dominación que pueden llegar —y eso pretenden— a ser utilizadas como armas para ataques de dominio cognitivo contra amplios sectores de la población, naciones enteras o audiencias mayores, dejando lo que George Orwell expresó en su libro "1984" como una fábula infantil. es así que lograr este tipo de poder implica la integración de capacidades cibernéticas, desinformación, operaciones psicológicas y de ingeniería social, con los avances en disciplinas noveles como la neurociencia, psiconeuroinmunológia, genopolítica, fisiología política, neuroeconomía, neuroderecho, todas intentando abrir la dimensión cognitiva (epistemológica)de la humanidad al control de los poderes fácticos globales, los fenómenos sociopolíticos antes mencionados demuestra como a partir de esos conocimientos se puede manipular la toma de decisiones políticas, las actitudes políticas e ideológicas, la conducta social, todo ello posible al carácter fundamentalmente politikom (social) del ser humano y su cerebro.


Continua...



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